Mis días están marcados desde que él nació. Como diría Borges, Estar contigo o no estar contigo, es la medida de mi tiempo.
Me visita los fines de semana, y cada vez lo encuentro más diferente. Cuando su madre descubrió que este pedacito de carne ya absorvía sus nutrientes, se encontraba aterrada, y yo sentí que el mundo me aplastaba.
Mi flaca mostró días después, tranquilidad. Las mentadas y golpes bajos fueron para el que aporto los espermatozoides, al que ahora conocemos mucho mejor, y que hasta el momento anda igual de loco que su servidora por el angelito. Los enojos, e incomodidades en actitudes, desaparecieron después del 11 de Marzo. El abuelo del personaje rosado, anda loco por el chamaco, un día aparece con una cuna, otro día con una mameluco, otro más con pañales. Esta criaturita llegó y amanzo a tod@s caray.
Comentarios van y vienen con respecto a, que si ando así con un sobrinito, ya se imaginarán como andubiera si fuera mío. Que por qué no tuve uno, y etc. Mis ideas y convicciones, siguen intactas. No me arrepiento en este momento de nada. Las circunstancias de cada uno de nosotros son únicas e individuales, el hubiera, y el si fuera, no existen en mi cajón de armamento para producirme heridas. Que se curen de espanto, y logren sanar, quienes se sientan infectados y molestos por mis decisiones.
Mientras tanto, me llenaré los ojos de su ternura.
Yop...
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