Cuando platicas con ella estás hablando con tu doble. Las cosas resultan claras y fáciles de solucionar, de entender y de analizar. Descubres que las dos juntas son implacables.
Analíticas, duras, directas, sinceras, honestas, independientes.
Analíticas, duras, directas, sinceras, honestas, independientes.
¿Susceptibles de ser engañadas?..¡También!
Nada sustituye a tus oídos. Nada sustituye al lenguaje corporal. Nada sustituye a la coherencia que debe existir entre: decir y hacer.
Todo esto lo sabes muy bien.
El miedo disfrasado de seguridad. La autoestima en fase de recuperación. Queriendo/creyendo ser lo que no se es. La certeza de la mediocridad camuflajeada con la vanidad.
Disfrutas la retroalimentación tardía. Te proporciona enseñanza. Maduras de a poco.
Te inyecta ideas para tus personajes.
Te inyecta ideas para tus personajes.
Cada personaje ficticio, debe contar con un perfil psicológico bien establecido.
Esto te ayuda a crear muñecos de trapo, a los que algún día les proporcionarás movimiento.
Por supuesto que les cambiarás el rumbo, el sexo, color de pelo, profesión.
Lo que no cambiarás, es el absurdo mundo en que se mueven.
Domingo de comida, recuerdos y...retroalimentación.
Yop...
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